En cumplimiento de su testamento personal, el papa Francisco será enterrado este sábado en la Basílica de Santa María la Mayor en una tumba “en la tierra, sin decoración particular”, marcando así el sello final de un pontificado caracterizado por la humildad y la ruptura con tradiciones suntuosas.
Detalles del testamento papal
El documento, redactado el 29 de junio de 2022 en la residencia Santa Marta donde vivió durante su papado, especifica:
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Ubicación exacta: Un nicho entre la Capilla Paulina (hogar del ícono Salus Populi Romani) y la Capilla Sforza.
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Inscripción mínima: Solo llevará su nombre en latín, Franciscus, rechazando títulos honoríficos.
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Materiales sencillos: Contrario a los mausoleos de mármol de sus predecesores, insistió en que la tumba esté “en la tierra”, reflejando su teología de una “Iglesia pobre para los pobres”.
Preparativos fúnebres
El cuerpo del pontífice argentino, fallecido el lunes por un ictus cerebral que derivó en fallo cardiocirculatorio, permanece en la capilla de Santa Marta donde recibe el homenaje de cardenales y fieles. Para el funeral:
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Asistencia global: Se espera la llegada de jefes de estado como Donald Trump, Emmanuel Macron y el presidente argentino Javier Milei, junto a miles de peregrinos.
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Protocolo austero: Siguiendo sus deseos, la ceremonia evitará ornamentos lujosos, aunque mantendrá el rito tradicional de los papas.
Legado de coherencia
Analistas destacan que este último gesto resume su filosofía:
“Desde el Ford Focus hasta esta tumba sin mármol, Francisco vivió y murió como el pastor que eligió vivir en un apartamento pequeño”, afirma el vaticanista Andrea Tornielli. Su testamento contrasta con el de Juan Pablo II (enterrado en las Grutas Vaticanas) o Benedicto XVI (en la cripta de San Pedro), pero refuerza su imagen como reformista de los símbolos.
Mientras Roma se prepara para despedir al primer papa latinoamericano, su elección de descansar en Santa María la Mayor —basílica vinculada a su devoción mariana y donde rezó tras ser elegido en 2013— cierra un círculo poético para quien siempre privilegió lo esencial sobre el ornamento.
La basílica alberga también los restos de Bernini, pero Francisco optó por un rincón discreto, reiterando su mensaje final: la grandeza está en la sencillez.