El cantante dominicano Rubby Pérez, una de las figuras más destacadas del merengue en las últimas décadas, murió durante el colapso estructural ocurrido en la discoteca Jet Set de Santo Domingo en la madrugada del martes 8 de abril. El artista, de 69 años, se encontraba presentándose en vivo cuando el techo del establecimiento cedió, en un incidente que dejó más de cien fallecidos.
Su representante, Enrique Paulino, confirmó el deceso a la agencia AFP tras horas de incertidumbre en las que circularon informes contradictorios sobre su estado. Pérez, cuyo nombre real era Roberto Antonio Pérez Herrera, había construido una carrera musical de más de cuatro décadas que lo consagró como “La Voz Más Alta del Merengue”, con éxitos que trascendieron fronteras como “Volveré” y “Enamorado de Ella”.
Las autoridades dominicanas continúan investigando las causas exactas del derrumbe mientras la familia del artista coordina los detalles de su sepelio. El fallecimiento de Pérez marca el fin de una era para el merengue tradicional, género del que fue uno de sus máximos exponentes y embajadores culturales. Su influencia musical se extendió por toda América Latina, donde sus interpretaciones vigorosas y su estilo característico definieron toda una generación del ritmo caribeño.
La escena musical dominicana y sus colegas artistas han expresado su consternación por la pérdida, destacando no solo su talento excepcional sino también su contribución a la preservación y evolución del merengue como patrimonio cultural. El accidente ocurrió durante lo que sería una de sus últimas presentaciones, dejando inconclusa una carrera que había mantenido su vigencia a través de constantes reinvenciones sin perder la esencia del género que lo hizo famoso.