La Iglesia Católica, la ONU y la Cruz Roja Internacional lideran los esfuerzos para liberar a Lyan José Hortúa, un niño de 11 años secuestrado el pasado 3 de mayo en Potrerito, Jamundí, por presuntos miembros de las disidencias de las Farc, grupo Jaime Martínez. Según la Arquidiócesis de Cali, los captores han reconocido que el secuestro fue un error y se han mostrado dispuestos a liberar al menor como “gesto humanitario”.
El padre Omar Arturo López, vicario de la zona sur de la Arquidiócesis, confirmó que ha existido un canal de comunicación constante con los secuestradores. Las autoridades esperan que la liberación se concrete en las próximas horas.
Mientras tanto, la comunidad continúa organizando actos simbólicos para exigir el regreso del menor. El más reciente fue una velatón en Cali, donde ciudadanos pidieron su liberación justo antes del Día de la Madre.