El presidente venezolano Nicolás Maduro se encuentra en Rusia para una visita de alto nivel que incluye su participación en las conmemoraciones del Día de la Victoria y un encuentro crucial con Vladimir Putin. Según confirmó Yuri Ushakov, asesor presidencial ruso, ambos líderes firmarán un acuerdo de asociación estratégica que abarcará cooperación en energía, defensa y seguridad alimentaria, consolidando a Venezuela como aliado clave de Moscú en América Latina.
La agenda de Maduro en Moscú coincide con la visita del presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, quien busca mediar en el conflicto entre Rusia y Ucrania a través del Grupo de Amigos de la Paz. Este movimiento diplomático ocurre en un contexto donde Brasil, a diferencia de Venezuela, mantiene una posición más neutral frente a las tensiones globales. Analistas destacan que los acuerdos rusos-venezolanos podrían incluir transferencia de tecnología militar y nuevos mecanismos financieros para eludir sanciones internacionales.
Mientras tanto, Cuba también participa en esta ronda diplomática, con una reunión programada entre Putin y Miguel Díaz-Canel para reforzar la cooperación en sectores estratégicos. Esta serie de encuentros evidencia el esfuerzo ruso por mantener su influencia en la región latinoamericana, particularmente con países que comparten su postura crítica hacia el orden internacional liderado por Occidente.
El acuerdo bilateral que firmarán Maduro y Putin representa la profundización de una alianza que se ha fortalecido ante el aislamiento político y económico que enfrentan ambos gobiernos. Expertos anticipan que este pacto podría incluir cláusulas sensibles sobre venta de armamento y cooperación en inteligencia, lo que generaría preocupación en Washington y capitales europeas. La visita también ofrece a Maduro un respaldo internacional clave en momentos en que su gobierno enfrenta nuevas presiones internas y externas